Laura Cristóbal
Madrid, 8 feb (EFEAGRO)-. Recuerda entre risas que le llamaban el «cansino de los precios justos», con orgullo las manifestaciones en defensa del campo y emocionado al reflexionar que sus 21 años al frente de la organización agraria UPA concluirán en el Congreso Federal que celebrarán el próximo 19 y 20 de febrero en Madrid.
Lorenzo Ramos (Valdelacalzada, Badajoz, 1958) ha compatibilizado su trabajo al frente de su explotación de frutas, flores y plantas con la tarea sindical desde su nombramiento como secretario general de UPA Badajoz en 1989, de la que saltó a la autonómica en 1999 y a la nacional en 2004, además de ser vicepresidente de los agricultores europeos.
«Me puedo retirar contento porque hemos sido capaces a lo largo de estos años de ir haciendo una transformación muy importante de la organización, que está muy unida y que hemos fortalecido en los territorios; estoy muy contento de del trabajo que hemos hecho y de las personas con las que he trabajado», explica en una entrevista con Efeagro, en la que hace balance de toda su carrera sindical.
Al frente de la organización le sucederá Cristóbal Cano, actual secretario general de UPA Andalucía: «Le pido tanto a él como a la ejecutiva y a los afiliados que trabajen y miren por el futuro con ilusión, con alegría, con ganas; que defendamos lo que somos y hagamos las cosas como siempre las hemos hecho, de cara».
En ese punto, sitúa su defensa de la agricultura familiar como garantía de la vida y la riqueza del territorio rural y de precios justos para los agricultores y ganaderos como objetivos troncales de su mandato y de las movilizaciones en «unidad de acción» de todo el sector, que condujo a la consecución de la ley de la cadena alimentaria y su posterior reforma.
Y como hitos de lo conseguido a lo largo de todos estos años cita cómo se logró en 2003 que el IVA para los agricultores pasara del 6 al 12 %, la eliminación del impuesto especial de hidrocarburos en 2005 o las manifestaciones de 2020 en defensa de los precios justos para el sector primario.
A ello suma el acuerdo que suscribieron junto a Unión de Uniones con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; un plan con 43 medidas políticas, económicas y fiscales de apoyo al campo, que según subraya «ha beneficiado a todo el sector» y que en su opinión no supone una «ruptura de la unidad de acción, porque seguimos haciendo cosas de forma conjunta».
«Lo peor que puede pasar en un sector como el nuestro es que haya gente que empiece a segregar y aparezcan movimientos» que sólo hacen ruido; «tenemos que salir a manifestarnos y reivindicar siempre que sea necesario pero también a explicarlo cuando nos vaya bien».
Ramos asegura que todo el trabajo «ha merecido la pena» y anima no sólo a la afiliación sino a la participación; que «los chavales o las chavalas jóvenes que se incorporan, que los que se afilien, no tengan miedo de entrar en los órganos de dirección, porque es muy importante tener una organización que defienda tus intereses».
En ese balance rememora «lo más duro» que ha sufrido a lo largo de su trayectoria sindical, y es la actuación judicial contra la organización en Extremadura, de la que subraya su «virulencia» y el paso por la cárcel durante tres meses y medio «de dos compañeros»: «Lo pasé fatal, no llegaba a entender cómo podía pasar una situación tan injusta».
Y también «lo atrevidos» que fueron en 2006 cuando lanzaron el primer día del «Orgullo Rural» para reivindicar el papel fundamental del sector: «Me siento muy orgulloso de ser agricultor y de pueblo, y de seguir viviendo en él, con mi familia, en estos 30 años metido en estos líos».
Con lo que su futuro, por tanto, estará en Valdelacalzada : «He estado siempre preparado para la retirada, para ver cómo puedo llegar una vida sin aburrirme, dedicarle un poco más de tiempo a la familia, a los nietos y a mi mujer, echarle una mano a mi hijo en la explotación y a UPA si me necesitan para algo». EFECOM
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