jueves, 4 septiembre, 2025
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Cómo se vivió en la tribuna y el recinto el discurso «recargado» de Javkin

«Austeridad es honestidad, hacer con las manos limpias y las uñas cortas». Sobre los primeros 10 minutos de alocución en su discurso, un Pablo Javkin recargado comenzó con los guiños a sus antecesores: lo hizo en primer lugar con quien fuera dos veces intendente, gobernador y faro del socialismo, Hermes Binner; y luego con el antecesor de Hermes, Héctor Cavallero. Señales a la tribuna y al recinto.

Frente al estrado de presidencia del Concejo Municipal, en el que el actual intendente abrió por sexta vez las sesiones ordinarias, la diputada nacional Mónica Fein seguía su oratoria con especial atención. Esta vez no hubo menciones a sus dos gestiones, pero la reducción en 15 puntos de la deuda histórica en las cuentas públicas la aludió sin mencionarla.

Javkin abrió el periodo de sesiones ordinarias con una tribuna colmada de representantes de instituciones empresariales, íconos de empresas rosarinas, referentes sociales, religiosos, autoridades legislativas; lo que comúnmente se denomina las fuerzas vivas, que fueron acomodadas prolijamente con nombre y apellido en las butacas de la tribuna.

Se pudieron identificar «capítulos» de un plan de gobierno: el flagelo de la inseguridad «del infierno que hubo que atravesar»; de los 20 patrulleros de la gestión de Omar Perotti a los 326 del actual gobernador Maximiliano Pullaro. También la racionalización del gasto público, el ahorro en las cuentas, la reducción del déficit municipal. Le siguió la obra pública a los barrios, 120 nuevos colectivos, tricentenario, la autonomía para desembocar en «estamos mejor» de cara a una «Rosario para los buenos».

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64 minutos de una tribuna atenta

Además de los ediles, escucharon los 64 minutos de discurso los representantes de las principales empresas constructoras de la ciudad, productores de espectáculos, referentes de medios de comunicación, del diálogo interreligioso y vecinos convocados para tener alguna alusión pública en diversos tramos del capítulo «obra pública». Sin militancia, gritos, ni estridencias dentro o fuera del recinto y con pausas que invitaron a algunos convencidos que asintieron con aplausos desde sus asientos.

Como era de prever en un año electoral, el recinto fue la antesala de lo que será hasta el 13 de abril (día en que en Santa Fe se votarán las primarias para candidatos de cargos legislativos municipales y las generales de los convencionales que reformarán la Constitución Nacional) la campaña electoral.

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Una foto, un leit motiv

Un discurso con tramos para leer entrelíneas, diversos guiños que Javkin lanzó al auditorio. La foto de Raúl Alfonsín y Hermes Binner que Javkin exhibe desde los comienzos de su primera gestión en su despacho tuvo en su discurso un capítulo especial. Fue cuando el jefe comunal señaló: «La austeridad permite administrar bien. Austeridad es honestidad, hacer con las manos limpias y las uñas cortas, como se ha hecho siempre en esta ciudad y así seguirá siendo», remarcó. La frase pertenece originariamente a Juan B. Justo pero fue un leit motiv socialista del binnerismo a lo largo de las últimas décadas. Javkin eligió reivindicar la figura del primer gobernador socialista santafesino, pero se detuvo en subrayar el esfuerzo de ahorro en las cuentas públicas a lo largo de sus casi 6 años de gestión.

«Todos los presupuestos que enviamos a este Concejo previeron superávit financiero, siendo el del 2025 el cuarto consecutivo con esta condición. Equilibrar las cuentas nos permitió reducir la deuda. Históricamente, el stock de deuda fluctuaba entre el 19% y el 16% del presupuesto. Hoy representa menos del 4%. Y al reducir la deuda pudimos ahorrar. Este presupuesto tiene el ahorro corriente más importante de la década que representan 86.195 millones. Hicimos el ahorro corriente más importante de la década».

Sobre la primera hilera de las gradas, frente al estrado de presidencia donde Javkin hablaba, la actual diputada nacional y dos veces intendenta Mónica Fein observaba con atención.

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«Querido Tigre»

Y de nuevo otro guiño en el discurso. Esta vez para el exintendente Héctor Cavallero, cuando Javkin anunció que el próximo 25 de mayo «vamos a inaugurar la Plaza Santa Isabel de Hungría para celebrar los 30 años de la Casa de la Cultura de Barrio Alvear y cumplir el sueño que tuvo el querido Tigre».

Para marcar por fuera del plan de gobierno, hubo varias menciones a la oposición. En particular, pero sin mencionar a quien le disputó la Intendencia, y superó solo por 14 mil votos, el concejal de Ciudad Futura Juan Monteverde y su bloque.

Mientras repasaba la epidemia de inseguridad que sufrió Rosario durante el pasado gobierno nacional, dijo: «Tengan claro, los que llamaron y llaman a votarlos, los que hoy comparten sus listas, todos ellos fueron cómplices. Se lo gritamos, se lo dijimos en la cara. Querían usar a Rosario como un botín de guerra, querían arruinar esta ciudad para quedarse con ella. Están ahí, no se hagan los distraídos, están con ustedes, son los que ustedes defienden», lanzó para luego acotar: «Los que defendieron a ese gobierno provincial, ¿Qué van a decir ahora? Mientras Rosario sufría, miraban para otro lado».

Llegó un cierre con metáfora náutica: «Timón firme, remos tensos, rumbo claro. Salimos de la tempestad, entramos en aguas más calmas. Allá está la orilla de la paz».

Repercusiones por las bancas

Tras el discurso, Monteverde consideró que «las cosas que son competencias exclusivas del municipio no funcionaban con los gobiernos anteriores, y tampoco funcionan ahora con los nuevos gobiernos. No es casualidad que casi un 70 por ciento de los rosarinos rechacen este gobierno municipal. Por eso el intendente eligió hacer más un discurso preelectoral que un discurso de gestión. Porque no tiene idea a dónde va la ciudad».

Por su parte, la concejala peronista Norma López evitó eufemismos: «Rosario tiene olor a caca. Javkin habló como si fuera un recién llegado con obras con financiamiento de Nación y provincia con un tono chicanero casi al estilo de Milei. Le faltó mucho de lo cotidiano, la higiene urbana es mala. Es deber del intendente gestionar agua para toda la ciudad».

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El exsecretario de Salud de Javkin y actual concejal Leonardo Caruana ponderó las obras pero marcó la contradicción de que el gobierno nacional «abandona a los rosarinos cuando descuida el sistema de salud y le quita remedios a pacientes con Pami, quita políticas alimentarias. Reduce el cuidado a más policías y no a un abordaje integral, acá no hubo firmeza. No hablar del hambre y la pobreza con el 50 por ciento de pobres, es muy crítico con vecinos que cuestionan pero no con Nación, acá no hubo posicionamiento», advirtió.

El mileista Franco Volpe, en tanto, cuestionó a Javkin de quien dijo que «no vive en Rosario, porque está en otra realidad a la de los barrios. Lo que dijo no existe. Rindió cuentas de 5 años de mandato y el vecino no ve los resultados que plantea». Pero sí plaudió la mención de Javkin a la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. «A pesar de ser de otro color político, nos deja contentos que se pueda ver lo que se está haciendo en todo el país, en especial en Rosario», subrayó.

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