jueves, 24 abril, 2025
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Techint ya tiene a la UIA de sus sueños

Desde el próximo 29 de abril, la Unión Industrial Argentina (UIA) tendrá un cambio de autoridades que sintetiza, por primera vez en la historia de la entidad, un proyecto político y de conducción de las relaciones de poder de una compañía en particular. La referencia es para Techint, que armó una estructura drigencial con los propios que, además, incluye la anulación de cuadros jóvenes y mujeres, sosteniendo a muy pocos dirigentes críticos en posiciones de privilegio

En paralelo, con la salida del abogado Daniel Funes de Rioja y el ingreso de Martín Rappallini en la presidencia de la UIA, la gremial empresaria más importante del país se posiciona ante el Gobierno de Javier Milei con un perfil de «no ir al choque», justo cuando las fábricas locales están seriamente afectadas por la guerra comercial entre China y los Estados Unidos y, sobre todo, la apertura importadora que dispuso el Gobierno Nacional. 

Como la idea general está en las ideas y, también, en las personas, lo que viene para la casa fabril se percibe a la perfección en el armado final de la Junta Directiva (el órgano federal de todo el país) y el Comité Ejecutivo (la mesa chica). Buena parte de ese esquema el holding de Paolo Rocca lo trajo de la provincia de Buenos Aires: la UIPBA, que hasta hoy es presidida por Rappallini, fue su laboratorio de testeo de potencialidad política de un armado que luego se aplicaría en la UIA nacional. 

Toda esta situación anteriormente descripta la denunció, años atrás, el dos veces presidente de la UIA, José Ignacio De Mendiguren. El «Vasco» apuntó que Techin estaba armando una estructura sólida de poder con soldados propios. Y hasta aseguró que, en ese camina, iban a cortarles la posibilidad a los dirigentes jovenes, como paso con la UIA Jóven; y a las mujeres, que en conducciones anteriores, como la del aceitero de Deheza Miguel Acevedo, habían vuelto a pelear por lugares de relevancia dentro de una estructura en la que históricamente mandaron los hombres. 

Aquí están, estos son

La lista de unidad de UIA lleva a Rappallini, dueño de Cerámica Alberdi, como presidente. Mientras que la secretaría general seguirá a cargo de Eduardo Nougués, un ladero de Rocca y referente de la azucarera Ledesma. En la tesorería habrá otro bonaerense, el ex titular de ADIBA, Silvio Zúrzolo. 

En el Comité Ejecutivo, donde reinan los vices, hay tres hombres centrales de Techint. Su responsable institucional, Alejandro Gentile, David Uriburu, ojos y presencia de Rocca en la UIA y Rodrigo Pérez Graziano, del grupo PSA-Stellantis, es decir, Peugeot y FIAT. En esa línea también aparece Mauricio Badaloni, el mendocina dueños de la flota de ómnibus Andesmar. Badaloni, hoy muy alineado a Milei, pasó primero por las filas del massismo en su provincia, y luego militó en el PRO. Fue uno de los mayores impulsores de la reforma laboral libertaria en el interior del país. 

El Comité se completa con Walter Andreozzi (industriales de Santa Fe), Roberto Arano (UIA de Tucumán), Martín Cabrales, Miguel Calello (empresario del software), Elio Del Re (metalúrgicos de ADIMRA), Marcelo Domínguez Molet (Asociación de Autopartistas AFAC), Isaías Drajer (CILFA), Gonzalo Fagioli (cervecería Quilmes), Eduardo Franciosi (CILFA), Diego Leal (UIA San Luis), Modesto Magadán (Gerente general de ARCOR), Franco Mignacco (minera EXAR), Guillermo Moretti (Químicos de Santa Fe), Héctor Sellaro (Cámara del Calzado), Luis Tendlarz (textiles), el cordobés Daniel Urcía (frigoríficos) y Jaiver Viqueira (insumos electromédicos). 

Cabos sueltos y la única sobreviviente

Hay dos nombres que son ovejas negras en el organigrama. Uno es el textil Claudio Drescher, un ultra crítico del gobierno de Milei y dueño de Caro Cuore y Jazmín Chebar. Uno de los más enfrentados a la política de importaciones indiscriminadas de Gobierno. El otro nombre es el de Cecilia Rena, también de ARCOR, única mujer en una entidad que parece no haber madurado aún los cambios sociales globales

«La lista representa a múltiples sectores de la industria como el alimenticio, metalmecánica, textil, química, medicamentos o automotríz, entre otros. Se destacan la incorporación de la industria del software y la minería, y una fuerte representación de los sectores de la pequeña y mediana industria, además de mantener una marcada impronta federal», precisaron desde la entidad. La foto, además de esa descripción, adelanta un juego de poder fuerte. En ese orden, la mayor oposición será de los textiles, los metalúrgicos de ADIMRA y algunas filiales del interior que son muy críticas, como los de Santa Fe. 

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