Las aulas de las instituciones educativas estatales funcionarán con normalidad durante la jornada de protesta convocada por Amsafé, según confirmaron las autoridades provinciales. «Cada día de clase cuenta. No podemos permitir que una medida de fuerza imposibilite que los chicos estén en las aulas», afirmó la secretaria general de Educación, María Martín, destacando que la declaración jurada permite a aquellos docentes que así lo decidan concurrir a trabajar. La funcionaria subrayó el compromiso del gobierno provincial con la continuidad pedagógica, argumentando que «tenemos la voluntad de solucionar el conflicto, pero debemos transitarlo con los chicos en las escuelas».
Frente al reclamo salarial que motivó la medida de fuerza, desde el Ministerio de Educación sostuvieron que la oferta del 8% de aumento -con un piso garantizado de $75.000- representa «el máximo esfuerzo posible» en el actual contexto económico. Martín explicó que esta propuesta está alineada con lo aceptado por otros sectores estatales y remarcó: «Vivimos un contexto de dificultad nacional; incluso la pauta del gobierno nacional es del 1%. Aspiramos a dar más, pero debemos administrar las responsabilidades». La secretaria enfatizó además las inversiones realizadas en infraestructura escolar y el plan de alfabetización como prioridades de la gestión.
Los gremios docentes, por su parte, rechazaron la oferta oficial por considerarla insuficiente frente al aumento del costo de vida, lo que derivó en la convocatoria al paro. Sin embargo, desde el gobierno provincial insistieron en que la instancia de negociación «está agotada» y que la medida afecta principalmente a los estudiantes. «Comprendemos las dificultades, pero la disconformidad no debe materializarse en un perjuicio para los chicos», señaló Martín, buscando equilibrar el reconocimiento del conflicto con la defensa de la presencialidad escolar.
Finalmente, las autoridades educativas aseguraron que trabajan para «minimizar el impacto» de la medida de fuerza y reiteraron su compromiso con la mejora del sistema educativo. «Estamos sin descanso para mejorar condiciones, pero necesitamos que los alumnos no pierdan días clave», concluyó la secretaria, en un mensaje que apela a la corresponsabilidad de todos los actores del sistema. El énfasis en mantener las escuelas abiertas y el detalle de las inversiones realizadas buscan mostrar una gestión activa, mientras el conflicto salarial queda planteado como un desafío compartido en un contexto económico complejo.