Matías Bottoni, el nadador rosarino de 17 años que sufrió un grave accidente en el campeonato nacional que se disputó hace dos semanas en el Parque Olímpico de Buenos Aires, fue trasladado este jueves al Instituto Fleni, centro especialista en neurología, donde continúa su recuperación.
“Nos mudamossss!! Vamos por la rehabilitación!!!!”, dijo emocionada Valeria, mamá de Matías, a La Capital. Ahora el deportista, que empezó a mover lentamente cabeza y brazos, comienza una etapa que será larga y de trabajo minucioso para poder ir recuperando la movilidad de todo su cuerpo. “Nos aferramos a esa luz al final del túnel”, agregó la madre, conmovida.
El joven se encontraba internado en una sala de cuidados intermedios del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde se había sometido a una operación, pero su familia decidió cambiar de centro médico para concentrarse en su rehabilitación. Si bien el proceso será largo y se irá analizando paso a paso, se estima que el joven rosarino estaría unos seis meses en Buenos Aires. Ese fue el arreglo que, en principio, hizo su familia con la obra social.
Comunicada constantemente con las autoridades de Rosario y Santa Fe, la familia del nadador se reparten las tareas. Valeria y Martina, novia del joven, se turnan para acompañarlo mientras Luciano, su papá, es el encargado de la burocracia, los traslados, la comunicación y logística en general.
A pesar de los vaivenes en el ánimo, cada mensaje que recibe Matías es un estímulo para continuar. Cada pileta del país habla del rosarino y le envía apoyo constante, recientemente recibió un video con deportistas de todo Rosario y presentes de clubes de renombre como San Lorenzo de Almagro y Vélez Sarsfield.
¿Por qué Matías Bottoni fue trasladado al Fleni?
Fleni es una organización sin fines de lucro creada en 1959 por el médico Raúl Carrea, que en ese entonces era jefe de la Sala 18 del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez junto a un grupo de benefactores. El objetivo inicial fue contribuir a la prevención y lucha contra las enfermedades neurológicas de la infancia: de allí las siglas de su nombre, Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia.
A más de 60 años de su creación, Fleni ha evolucionado hacia una prestación integral de patologías neurológicas que incluye la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación. Tiene dos sedes para la atención integral de pacientes adultos y pediátricos. Una sede está ubicada en Belgrano y la otra en Escobar, ambas en provincia de Buenos Aires.
En la actualidad, Fleni es una institución médica de prestigio internacional que atiende a niños y adultos en todo lo relacionado a las neurociencias. Es el centro de rehabilitación neurológica más importante de Argentina y América latina.
Cómo ayudar a la familia Bottoni
Más allá de la situación médica de Matías, los Bottoni enfrentan una recuperación larga en más de un sentido.
La colecta inicial dio impulso a la necesaria operación del joven rosarino en el Hospital Italiano de Buenos Aires: en apenas 24 horas se obtuvieron los 60 millones de pesos necesarios para la cirugía. Cuando se logró el objetivo, tanto Luciano como Valeria pidieron no continuar con la colaboración.
“Nosotros avisamos y queríamos ser sinceros con respecto a lo de la cirugía, pero todos sabemos que esto continúa, el proceso es largo y además muy costoso”, manifestó la mamá de Matías.
Dado que son muchos los gastos que deben enfrentar y el panorama es que al menos por seis meses la familia deberá estar instalada en Buenos Aires, los Bottoni volvieron a abrir la colecta.
Se puede donar mediante transferencia bancaria a través del Banco Santander a la cuenta de Luciano Bottoni. Los datos proporcionados para esta vía son: CBU: 0720101788000035926254. Alias: LUCIANOMARTINBOTTONI. Titular de la cuenta: Bottoni Luciano Martin. DNI del Titular: 25.524.775.
Un accidente inusual
El sábado 10 de mayo, Matías Bottoni estaba en el Parque Olímpico de Buenos Aires en una competencia nacional. Se encontraba frente al andarivel cero, dispuesto específicamente para los movimientos precompetitivos, y saltó al agua justo en el mismo momento en que otro nadador se cruzó de carril para salir de la pileta. «Es algo atípico lo que pasó, por la gravedad del accidente. En mis 35 años de profesión nunca vi algo así, es una tragedia. Por eso, la natación a nivel mundial está consternada», explicó uno de sus entrenadores en los días posteriores al episodio.
Tras el accidente, Matías fue retirado del agua por una guardavidas y recibió auxilio en el lugar de la competencia. En media hora estaba siendo evaluado por el equipo médico del Hospital Santojanni, un efector público de la ciudad de Buenos Aires. Allí tuvo su primer diagnóstico y la recomendación de cirugía, que para agilizar tiempos su familia decidió que se hiciera en el Hospital Italiano.
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El adolescente llegó al hospital con un pronóstico desalentador. Su cabeza impactó contra la espalda del otro deportista que se cruzó de carril y tuvo una fractura en la quinta vértebra cervical que lesionó su médula.
La Confederación y la Federación de Natación pusieron en marcha para juntar el dinero y garantizar la operación del deportista. La colecta logró juntar el dinero necesario para la cirugía en 24 horas, frente a algunos inconvenientes que surgieron en un primer momento con la obra social.
El lunes por la mañana, a las ocho, el joven ingresó al quirófano. Tras cuatro horas de cirugía, el joven ingresó a la sala de terapia intensiva donde permaneció varios días, hasta que su estado de salud permitió ingresarlo en el área de cuidados intermedios.
En una sala de cuidados intermedios, habitación individual cercana a la terapia intensiva, empezó un tratamiento de estimulación en sus brazos y sus manos y fue lentamente recuperando movilidad.
«Está de buen ánimo», destacó hace unos días en diálogo con La Capital su papá, Luciano Bottoni, quien junto a la mamá de Matías se instalaron en Buenos Aires para acompañar el tratamiento. Lo mismo hizo su novia, una nadadora del mismo club.
Según les anticiparon los médicos que lo atienden, Matías tendrá por delante todo un proceso de rehabilitación. «Los médicos nos dijeron que hay una mínima chance de que recupere la movilidad de sus piernas y nos aferramos a eso», dijo el papá del adolescente.
Grullas, colectas y agua bendita
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Desde que se hizo público el accidente vivido por Matías, el mundo de los deportes acuático se solidarizó con el deportista. Incluso también por fuera de la disciplina, jugadores de futbol como Ángel Di María y Giovani Lo Celso grabaron videos con mensajes de solidaridad para el adolescente.
Sus amigos, sus compañeros y docentes del Colegio Dante Alighieri, los socios del club Echesortu y deportistas de otras instituciones de la ciudad tampoco se quedaron de brazos cruzados. Organizaron actividades a beneficio y, entre otras cosas, pusieron en marcha una campaña para confeccionar mil grullas de papel, una forma de augurar por su pronta recuperación.
También llegó a manos de su familia otro preciado regalo: les acercaron una medalla, un bidón de agua bendita y un mensaje del padre Ignacio Peries para el adolescente.
«En estos casos uno trata de aferrarse a toda la esperanza posible», afirma el papá de Matías y destaca que gestos como el del sacerdote del barrio Rucci y de la infinidad de personas que los contactaron para darles su apoyo «son como un segundo equipo médico».
En las situaciones en que él ánimo de Matías flaquea, cuenta, «le muestro de a poquito todas esas comunicaciones, las notas que publican y, eso, lo ayuda y lo levanta muchísimo, realmente. Creo que sin todo eso que pasa allá afuera, se nos haría más difícil salir adelante».