por Juan Pablo Sarkissian
Suele pasar que ante altas expectativas el resultado de las acciones no sea el esperado. Sucede en todos los órdenes de vida. En el mundo fútbol más aún.
La sensación que queda es de cierta frustración y desazón. No hay tragedia, es futbol, lo cual no quiere decir que no duela.
Y siempre existe alguna lectura de por que sucedieron, de ese modo, las cosas.
Un comienzo seria establecer si el resultado del fenómeno a analizar es sorpresivo o, por contrario, responde a una continuidad del status quo.
Este cronista se inclina mas por lo segundo, aunque también es cierto que sorprendió la muy pobre presentación, el domingo pasado, de Newell’s ante Banfield.
Es que, a las ya conocidas dificultades para organizar un juego, al menos ordenado, se sumaron errores tanto técnicos como tácticos. Tanto es así, que el conductor Cristian Fabiani, en un acto de honestidad intelectual, pidió disculpas en conferencia de prensa.
Puede pasar. Somos humanos dijo Fabiani, cierto. Pero el argumento obvio no excusa nadie de responsabilidades.
En ese contexto, la relación institucional con el juego es difícil de separar. Es que en Newell’s pasan cosas.
Y esas cosas que suceden están directamente vinculadas con las decisiones institucionales asumidas por la comisión directiva que conduce Ignacio Astore.
Repasemos
Una serie de derrotas, un aquelarre de técnicos, malestar de socias y socios que interpelaron al presidente Astore pidiéndole que “de un paso al costado” y la ocupación, del pueblo leproso, de las instalaciones de club.
La respuesta más contundente del oficialismo fue aceptar adelantar las elecciones, previstas para diciembre.
Después de marchas y contramarchas, fallidos, asamblea tumultuosa y mentiras; muchas mentiras. Y Nada Paso. O mejor, lo que pasa es el presente actual.
- ¿Alguien cree que lo institucional no impacta en el juego?
- ¿Cómo se entiende el culebrón de Keylor Navas?
- ¿Cómo se entiende que el hombre salto a la cancha con los guantes puestos sabiendo que no iba a jugar?
- ¿Y los refuerzos, son refuerzos o sólo (malos) negocios?
- ¿Y Messi?
Tal vez sea el momento oportuno de recordar aquella frase que hizo famosa el “flaco” César Luis Menotti: “Se juega como se vive”.
Pero, por sobre todo, leer con responsabilidad institucional la bella bandera, por sus colores y su contenido, que adornó la platea superior este, la Maxi Rodríguez: “Newell’s por encima de todo”.