El secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Julio Cordero, explicó a los ejecutivos y directivos de las grandes compañías reunidos en el Coloquio de Idea los cambios laborales que impulsa el gobierno nacional. En ese sentido, planteó la necesidad de incorporar el concepto de incremento dinámico de salarios. En criollo, atar el aumento de las remuneraciones a la productividad.
El funcionario también habló sobre los convenios colectivos de trabajo y se mostró a favor de incentivar la preeminencia de los acuerdos de empresas sobre los de actividad.
“Hace tiempo que venimos trabajando en el concepto de incremento salarial, que no necesita una modificación laboral”, dijo Cordero. Esto significa que “de acuerdo a cada actividad debemos encontrar una diferenciación en la eficacia de cada trabajador”, puntualizó.
“Se necesita que el salario incremente de manera dinámica, que tenga una parte donde la producción se comparta entre todos y un punto medio que pueda beneficiar al trabajador que le pone más empeño”, agregó. Dijo que estos incrementos dinámicos se aplican hoy para personal fuera de convenio y que el gobierno quiere incorporarlo en las negociaciones colectivas.
Cordero invitó a discutir estos temas en el Consejo de Mayo. “Nuestra idea es el diálogo, con un empresariado coherente y a un sindicalismo que comprende que el beneficio de un trabajador es mejorar las condiciones reales”, indicó al tiempo que resaltó que se busca incorporar a los argentinos al mercado laboral formal, pero que hay que atender también a las nuevas generaciones que no buscan una relación de dependencia.
«No hacen nada»
Previamente, participó del coloquio el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. El funcionario casi que retó a los empresarios: “El gobierno les da la libertad para diseñar el contrato laboral que quieran y no hacen nada, muchachos. No se entiende. Tal vez no es tan grave ese problema porque si no, no se entiende. O quizás están esperando otra cosa”.
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Al inicio de su presentación, Sturzenegger recordó que en el encuentro del año pasado le acercaron una planilla con 210 regulaciones que podían ser eliminadas y precisó que cerca de 94 ya fueron resueltas o están en vías de solucionarse.
Luego asoció estos pedidos a la opción que generó el gobierno para que las empresas puedan acordar con sus empleados un nuevo régimen indemnizatorio: «No les voy a pedir que levanten la mano porque ya sé que nadie hizo nada”.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, en el Coloquio de Idea en Mar del Plata.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, en el Coloquio de Idea en Mar del Plata.
En otro tramo de su discurso, Sturzenegger enfatizó que el trabajo tiene una alta carga impositiva pero, casi a modo de queja, dijo que “se discute más la baja de las retenciones que la de los impuestos al trabajo”.
Un gesto de Idea
Las palabras de cierre del coloquio estuvieron a cargo de Santiago Mignone, presidente de Idea y socio de PwC Argentina, quien puso en valor la trayectoria de más de seis décadas de Idea.
“Hoy vemos que, con equilibrio fiscal, la inflación se va acomodando y la economía se va estabilizando. Sin embargo, si bien es una condición necesaria, no es suficiente. Debemos continuar construyendo una agenda que permita dotar de mayor competitividad a nuestra economía. Pero, por favor, no discutamos más la necesidad de mantener el equilibrio fiscal”, expresó Mignone.
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Luego, destacó que la agenda de Idea se refleja en varios de los puntos del Pacto de Mayo, que firmaron hace poco más de un año el gobierno nacional y 19 gobernadores, y pidió que, pasado el momento electoral, se retomen los puntos del Pacto. “El Estado tiene un rol para jugar, que es dar previsibilidad económica y asegurar reglas claras y transparentes”, dijo, y reclamó “responsabilidad” a los gobiernos municipales, provinciales y nacional, para que “terminen de una buena vez con los agravios y las discusiones que tienen al disenso como único objetivo”.
“No podemos, en Argentina, tener una economía que tiembla cada dos años producto de un proceso electoral. Porque en cada uno de esos vaivenes se produce una enorme transferencia de recursos, afectando normalmente a los menos favorecidos y generando mayor pobreza. Porque ya no hay espacio para seguir dilatando las soluciones”, finalizó.