Alumnos de una escuela técnica de Santa Fe crearon un prototipo para que los padres de niños con traqueotomía practiquen el cambio de cánula sin riesgo de herir a sus hijos o situaciones traumáticas. El trabajo se presentó en el marco de la Red de Comunidades de Aprendizaje de Santa Fe y será entregado al Hospital de Niños Orlando Alassia.
El proyecto nació por Rocío Solís, una madre integrante de la cooperadora de la institución secundaria de formación profesional 601 Leandro N. Alem, que tiene un hijo con traqueotomía. Ella les planteó a los directivos la necesidad de tener un muñeco simulador para los cambios de cánula porque se tornaba un proceso traumático y lento para los padres, ya que el cambio de este tubo se realizaba entre una y tres veces por semana. Además, se sumaba la higiene que se debe tener en la zona donde se realizan los orificios de la traqueotomía. En este contexto, los docentes y alumnos del instituto pusieron manos a la obra.
Por otro lado, el prototipo también permite liberar camas en el hospital con mayor fluidez debido a que aprender el cambio de cánula es un requerimiento obligatorio para que los pacientes sean retirados por sus padres de los nosocomios.
La Escuela Alem y el Hospital Alassia están a 200 metros de distancia en el barrio Roma. A raíz de esta iniciativa, ambas comunidades, la educativa y la sanitaria, comenzaron a conectarse y lograron llevar a cabo esta novedad para el sistema de salud provincial, que permitirá una rotación más ágil en las camas de terapia intensiva e intermedia. Por otro lado, sirve como un apoyo a aquellos padres que deben conocer el mecanismo; pasan de practicar con sus propios hijos a trabajar con un muñeco.
Creación de un prototipo traqueal en impresora 3D
Solís conectó a la escuela con el médico pediatra Mateo Helmfelt, que al conocer el proyecto se interiorizó y hasta colaboró con material para que los alumnos logren su propósito. Además, desde la Facultad de Ciencias Médicas acercaron traqueotomías en adultos para conocer el sistema.
Antes de pasar a la impresión 3D, los estudiantes trabajaron sobre el software de diseño Tinkercad y Fusión 360 y en el Blender para Modelado en 3D. “Cuando lo imprimimos, lo hicimos con filamentos flexibles para similar los órganos en un muñeco de 50 centímetros”, le contó a La Capital la directora de la Escuela Alem, Stella Maris Aguirre. A partir de ello, aplicaron una metodología Steam, utilizada para diseñar y mejorar los equipos y procedimientos, para modificar el muñeco, ubicar la cabeza hacia atrás y dar lugar al espacio de la traqueotomía. “El padre o madre que lo tenga va a poder ejercitar el cambio de cánula y la limpieza de la zona sin correr el riesgo de lastimar a su hijo”, explicó la docente.
Muñeco traqueotomia 31.10 (1)
El trabajo fue seguido de cerca por los equipos del proyecto educativo Comunidades de Aprendizaje, que una vez por semana monitoreaban el avance de éste y guiaban a los 15 alumnos de sexto año de la escuela para su realización.
El proyecto ya fue presentado y expuesto en la institución educativa. A partir de noviembre formará parte de los equipos del Hospital de Niños Alassia. No obstante, Aguirre confirmó que están pensando en construir un prototipo que sólo sea de la parte del cuerpo involucrada en la traqueotomía; es decir, la zona de la garganta y tórax, para evitar los costos de un muñeco entero. Además, este dispositivo reducido podría ser impreso en 3D, lo que abarataría los costos aún más.
Muñeco traqueotomia 31.10 (2)
La directora aseguró que no existen este tipo de prototipos en los hospitales del país y su costo en el mercado no ingresa entre los considerados de los directivos de salud. Frente a esto, desde la institución de barrio Roma en la ciudad de Santa Fe capital no descartaron la idea de producir más y distribuirlos a lo largo y a lo ancho de Argentina.
A raíz de este proyecto, la conexión entre la escuela y el hospital creció y ya se comenzaron a pensar en alternativas para la sala de kinesiología y reparar elementos que se utilizan para el tratamiento de los pacientes.
De la escuela al Alassia
El Hospital Alassia es un punto central de la salud pública de la capital provincial. Por allí pasan miles de niños y sumar el prototipo que la escuela Alem confeccionó será un salto de calidad para «aquellos padres que deben aprender la técnica y para los profesionales de la salud que se suman al cuerpo médico«, detalló Helmfelt, integrante del cuerpo médico del hospital, en diálogo con La Capital.
“La estrategia de simulación está vigente en el sistema de salud y este proyecto aporta esto. En este caso se aprende a cambiar la cánula, higienizarla y manejos de emergencias”, explicó el profesional. Luego se refirió a la importancia de eliminar “la barrera emocional” que significa trabajar sobre un niño. “Hasta que no haya un manejo adecuado por parte de los cuidadores, los niños no pueden retirarse del hospital”, señaló el médico pediatra.
La cánula es un dispositivo descartable de material sintético que se conecta con la vía respiratoria. En otras palabras, es un tubo de plástico que se pone en el cuello, por donde respiran los pacientes que no pueden respirar correctamente por la nariz. El cambio de este elemento se realiza una vez por semana, pero cuando los padres entrenan, se realiza tres veces cada siete días. “Con un muñeco podés hacer diez en un día, preguntar y sacarte las dudas. Si lo haces sobre el nene y llora, que es lo normal, entonces el padre no lo quiere hacer más”, argumentó Helmfelt.
En los bebes o niños, esta práctica se lleva adelante por diversos motivos. A veces se aplica en pacientes que llevan un largo período de tiempo con respirador artificial o con problemas congénitos. También aparecen aquellos que han sufrido lesiones en la zona nasal.
