Este jueves 25 de diciembre, antes de la una de la madrugada, en la intersección que forman la autopista Santa Fe–Rosario y calle Gaboto, en el barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe, por causas que son materia de investigación policial y judicial, se produjo un choque entre un automovilista que circulaba en dirección al cardinal oeste y un motociclista que intentó cruzar la autopista.
El estruendo del impacto alertó a policías que se encontraban a bordo de un patrullero en avenida Perón y calle Iturraspe, quienes se dirigieron de inmediato al lugar del siniestro. En el sector funciona un semáforo y un sistema de cámaras de videovigilancia, según publicó el diario Uno de Santa Fe ciudad.
Cuando los policías llegaron al lugar, observaron que el cuerpo del motociclista se encontraba tendido sobre el pavimento e inmóvil. En ese momento caía una lluvia persistente en todo el sector.
A unos 100 metros del lugar detuvo su marcha el automovilista involucrado en el choque. Uno de los policías, mediante la frecuencia policial, solicitó la colaboración de un operador de la Central de Emergencias 911 y pidió refuerzos para el operativo, que se dividió en dos frentes: el corte del tránsito vehicular y el envío de un médico y una ambulancia.
Con el correr de los minutos comenzaron a converger en la zona oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos, quienes se sumaron al operativo policial y al desvío del tránsito vehicular por vías alternativas. Mientras tanto, la lluvia se hacía cada vez más intensa.
Con la llegada del médico del SIES 107, en código rojo y con sirenas y balizas encendidas, se revisó al motociclista que permanecía tendido sobre el pavimento. Tras examinarlo, el profesional constató su fallecimiento. Posteriormente fue identificado como Ángel Nicolás Mendoza, de 30 años. Con el paso de los minutos comenzaron a arribar familiares del motociclista fallecido.
Los policías que intervinieron en el procedimiento identificaron al menos a dos personas, una mujer y un hombre, que podrían convertirse en testigos presenciales del choque fatal.
Además, constataron la existencia de cámaras de videovigilancia públicas en el sector, las cuales deberían contener imágenes clave para determinar la responsabilidad de cada uno de los conductores, el automovilista y el motociclista, en el siniestro con resultado fatal.
