Florencia Peña contó una asquerosidad que hace en sus shows: ‘No me puedo aguantar’

En una nueva muestra del estilo desinhibido que la caracteriza, Florencia Peña volvió a generar polémica en televisión. Invitada este sábado a La Noche de Mirtha, la actriz kirchnerista confesó sin filtros una práctica que, lejos de causar gracia, provocó repulsión y duras críticas en redes sociales.

La mujer reconoció que orina en un balde en pleno camarín del teatro donde protagoniza Pretty Woman, obra teatral que desde hace un mes que presenta en la emblemática  Avenida Corrientes junto a Juan Ingaramo.

“Me hago pis en un balde arriba porque no llego a bajar”, relató Peña entre risas, como si se tratara de una simpática anécdota.  “El otro día estaba desesperada, me lo habían sacado, y dije: ‘¡el balde, el balde!’”, detalló ante una Mirtha Legrand que, si bien se rió para la cámara, no pudo evitar marcarle: “¡Rompés todo el romanticismo!”.

La ordinaria de Flor Peña hace pis en un balde al lado del público

No contenta con su relato escatológico, la actriz fue más allá: “Tomás un poco de agua para hidratarte porque cantamos mucho, tengo muchos cambios de ropa, y el otro día digo: ‘ay, ay, ¿dónde está el balde?’. Se lo habían llevado. ¡Ay Dios, me tuve que aguantar!”, dijo, con tono risueño, como si la escena fuera digna de aplausos y no de un mínimo pudor escénico.

Lejos de mostrarse arrepentida por su confesión televisiva, Peña remató:  “Ahora me trajeron un balde todo tuneado. Por suerte, mi compañero ni se entera. Él canta una canción muy hermosa, Libre, y ya sé que ese es mi momento para hacer pipí”.

Al parecer, mientras el público paga entradas para ver una obra supuestamente glamorosa y romántica, la protagonista aprovecha para resolver cuestiones fisiológicas en un recipiente a pocos metros del escenario. Todo, claro, envuelto en la bandera del “amor por el teatro”.

La reacción en redes sociales no tardó en llegar. En X (ex Twitter), miles de usuarios manifestaron su indignación:  “Una ordinaria, no tiene límites”, escribió una usuaria.
“¡Qué asco y más que lo cuente como si nada!”, comentó otro.  “Asquerosa e innecesaria. Nada sorprende de esta militante K”, lanzó un tercero, reflejando el sentir de gran parte de la audiencia al escuchar su historia.