Mientras el Presidente Javier Milei come asado y mira una película en la quinta de Olivos con diputados a los que presionó para que voten en contra los aumentos a jubilados y personas con discapacidad; en la calle se huele un clima de altísimo rechazo a los vetos de esas leyes que pretende conseguir la Casa Rosada. La última encuesta de Management & FIT, a la que accedió Página I12, precisa que casi 7 de cada 10 de consultados están en contra de la decisión oficial de vetar. Y lo que es aún más relevante: que dentro de los votantes de La Libertad Avanza y el PRO, el núcleo duro de Milei, entre 5 y 6 de cada 10 tampoco acuerdan con no financiar a los pasivos y recortar las partidas de asistencia a la discapacidad.
La foto muestra que, también, hay un rechazo social superior al 60 por ciento a la decisión oficial de ajustar sueldos y presupuesto del Hospital de Niños Juan Garrahan. La primera lectura de la escena general que plantea el trabajo de la consultora es que los vetos son vistos como un golpe a los sueldos, al bolsillo y a tratamientos de salud muy caros.
La firma de Mariel Fornoni relevó, en este contexto, que más allá de que el gobierno de Milei conserva un hipotético apoyo político fuerte y tiene buenos números de respaldo de cara a las legislativas de octubre, la situación económica general es vista como mala o muy mala por la mayoría.
Contra la «vetocracia»
La encuesta de M&F refleja, respecto a los vetos, que el rechazo más grande viene por el lado de la discapacidad, que es un tema que golpea fuerte a Milei en la agenda. Casi el 68 por ciento está en contra de que Milei quite esa asistencia; mientras que sólo 3 de 10 consideran que están algo o muy de acuerdo.
En lo que refiere a los recortes al Hospital Garrahan, el 65 por ciento lo rechazan, algo menos que en Discapacidad. Y respecto a los aumentos a jubilados que Milei quiere vetar, el rechazo alcanza al 66,5 por ciento.
Además, si se mira lo que pasa con estos temas en votantes según partido político, también hay sorpresas: entre el 52 y el 56 por ciento de los votantes de Milei bancan los vetos a jubilados, Garrahan y discapacidad, es decir, la mitad de sus votantes rechazan que no les suban el sueldo a los pasivos. En el caso de los votantes de Patricia Bullrich en primera vuelta, 6 de 10 rechazan el veto de Milei a sectores sociales que precisan recuperar ingresos y asistencia.
Estos indicadores, que se ven en casi todos los sondeos de opinión, lo obligaron al Presidente a hacer una cadena nacional fallida para justificar los vetos, apoyándose en cuestiones fiscales. La evidencia muestra que cuando Milei daña a sectores sociales, no alcanzan las explicaciones del superávit para convencer a la sociedad.
La inflación sigue al tope
El dato central, que también contrasta con cifras oficiales, es que detrás de la «corrupción», la «inflación» es la segunda preocupación social, con 17 puntos contra 21 de los hechos ilícitos de la política. Esto ocurre a horas de que el INDEC diera a conocer una inflación de 1,9 por ciento en julio, la segunda suba mensual consecutiva, pero en un rango bajo. ¿Por qué este desfasaje? El trabajo de M&F, en base a ciertos datos, puede dar algunas respuestas.
El más importante quizas sea que hay mucha gente que está no llegando a fin de mes y eliminando consumos para intentar costear gastos, lo que evidencia una pérdida real de poder adquisitivo. Según la encuesta, un 78,4 por ciento menciona haber modificado sus consumos debido a la crisis económica, siendo la postergación de compras no esenciales la primer mención, con el 16,8 por ciento.
En paralelo, los precios en la era Milei subieron muy fuerte en el inicio, post devaluación, y luego se estabilizar en aumentos porcentuales que parecen bajos, pero son fuertes por el precio base de esos bienes. La CELAG publico, horas atrás, un informe que muestra que 10 productos de importancia cotidiana (sal, pan, jabón, aceite, leche, lavandina, pollo, carne, huevos, harina) subieron en la era Milei -medidos con estadísticas oficiales- entre 180 y 330 por ciento.
Cabe agregar, aquí, que M&F reporta que, junto con la inflación, hay mucha preocupación social por el aumento de las tarifas de servicios públicos, que aumentaron hasta 600 por ciento en la era Milei. La paradoja es que, por la medición desactualizada del IPC del INDEC, esas alzas no pegan de manera fuerte en la confección del indicador.
Sentimientos e imágen
En esta línea, Management pregunta, entre otros asuntos, qué sentimientos le genera la situación actual del país. Allí, la mención de sentimientos negativos supera a los positivos con el 53,5 por ciento vs. el 44,5 por ciento. Esperanza se lleva el 25,4 por ciento; Preocupación 22 y, en tercer lugar, «Tristeza».
Por último, la encuesta consulta sobre la imagen de gestión del Gobierno de Milei. Allí, el nivel de aprobación nacional se mantiene en el 47,7 por ciento; llegando la desaprobación a casi 50 puntos. Además, se destaca una aprobación mayor entre varones y menores de 40 años. En tanto que la desaprobación asciende entre mujeres y mayores de 40 años.