Bajo la dirección de la dupla que integran Mariano Cohn y Gastón Duprat, tanto en redes como de parte de los columnistas más destacados, todos coinciden en que se trata de una acumulación de sketches plagados de chivos publicitarios
Precedida de una gran campaña publicitaria, este jueves se conoció finalmente en los cines argentinos, incluidos los complejos rosarinos, la esperada película Homo Argentum, el nuevo trabajo de Guillermo Francella, bajo la dirección de la dupla que integran Mariano Cohn y Gastón Duprat.
Con un preestreno en la semana y la confidencialidad expresa de las y los periodistas que asistieron a esas pasadas de no publicar nada hasta este viernes, finalmente en las últimas horas aparecieron los primeros y lapidarios comentarios acerca del film tanto de parte de aquellos que escriben en blogs y redes sociales como de otros con trayectorias importantes en diarios y publicaciones especializadas.
Publicitada como una película creada a partir de 16 films breves, todos protagonizados por el comediante argentino que, para muchos es un gran actor y para otros tantos un actor sin matices que se repite una y otra vez, la mayoría de las críticas coinciden en que se trata de un film “fallido”, carente de ideas y con graves problemas de guión entre otras expresiones.
En el mediodía de este viernes, el periodista y crítico Osvaldo Quiroga, tal como lo había expresado en radio y en sus redes, dijo en intrusos que Homo Argentum es una película altamente previsible, llena de golpes de efecto y publicidades. Y sentenció lapidario: “Espero que el título Homo Argentum no refleje a los argentinos porque sólo refleja a imbéciles”.
Por su parte, el periodista Diego Batlle, del sitio especializado Otroscines.com, planteó que las 16 historias de Homo Argentum “se proponen abordar de forma despiadada las peores miserias de la sociedad argentina, pero salvo un par de cortos que alcanzan de forma parcial los atributos de crudeza, ironía y negrura buscada, el resultado es casi siempre decepcionante”.
Y sumó: “El problema principal es que estos 16 films no son particularmente graciosos ni demasiado provocadores. La mayoría son meros sketches basados en un único concepto y algunas, como «Cadena nacional», menos que un reel de Instagram”.
Por su parte, Guillermo Courau, en diario La Nación, consideró que Homo Argentum “se queda a mitad de camino a la hora exponer su virulencia frente a la suma de estereotipos y no se puede tomar en serio esta ficción como una radiografía de los argentinos”.
Mientras que en Página 12, Diego Brodersen, planteó: “Cohn y Duprat llevan al extremo la idea al construir el film no a partir de tres o cuatro relatos sino con dieciséis mini historias, todas ellas autónomas pero unidas por un delgado hilo que, de manera jocosa, pretende moldear un arquetipo del «ser nacional», en particular sus zonas más grises o directamente oscuras”.
Y agrega: “Hay en líneas generales una falta de gracia que las historias más breves, como la del relator de fútbol o la protagonizada por el presidente de la nación, hacen aún más evidente, como si se tratara de sketches de algún viejo programa humorístico a los cuales les faltara un golpe de horno en la sala de guionistas”.