La violencia volvió a decir presente y la noche copera entre Independiente y Universidad de Chile quedó manchada por incidentes durante el partido.
Avellaneda era una fiesta total, pero algunos hinchas la arruinaron con insultos y violencia en un enfrentamiento entre fanáticos del Rojo y de la U.
Los hinchas andinos, ubicados en la tribuna Pavoni Alta, comenzaron a lanzar proyectiles de todo tipo hacia la parcialidad argentina que se encontraba en la popular baja: volaron botellas, objetos de plástico e incluso pedazos de butacas arrancadas de las propias gradas.
Los disturbios comenzaron a mediados del primer tiempo y, tras varios minutos de tensión, los hinchas de Independiente se dirigieron hacia una de las salidas de emergencia para resguardarse.
La voz del estadio les pidió a los simpatizantes de la Universidad de Chile que se retiraran, y el personal de seguridad solicitó desalojar el sector con el objetivo de evitar mayores incidentes que pudieran derivar en la suspensión del encuentro.
En el regreso de los equipos al campo de juego, tanto los jugadores chilenos como los argentinos se acercaron a las tribunas para intentar calmar los ánimos. A raíz de estas demoras, el árbitro Gustavo Tejera decidió postergar el inicio del segundo tiempo.
Minutos después, mientras esperaban una resolución, algunos hinchas de la U aún no se habían retirado, y varios barras de Independiente los acorralaron para que se fueran. Se desataron golpes y patadas, y hubo personas que requirieron asistencia médica.
El partido fue cancelado y la Conmebol analizará en detalle todos los incidentes ocurridos en el Libertadores de América y, en las próximas horas, determinará cómo proceder
Aunque todavía no hay una decisión oficial, todo indica que Universidad de Chile será duramente sancionada por estos actos vandálicos.
FMZ