“El amor entra por el estómago” es uno de los dichos más populares que hace referencia al poder de la comida, sobre todo cuando es preparada con cariño y dedicación, sin embargo, muchos de los platillos que se elaboran para encantar el paladar pueden ser dañinos para la salud.
Y aunque las personas piensan erróneamente que una alimentación saludable es sinónimo de abandonar sus alimentos favoritos y restringirse de comidas deliciosas. Lo cierto es que hay varios platillos deliciosos que también son muy nutritivos, incluidos los postres.
Es por eso, que te traemos una serie de recetas nutritivas, fáciles de hacer y a los cuales no se les puede reprochar un mal sabor. Esta ocasión el platillo es papas al curri, de «My Plane», un proyecto del Departamento de Agricultura del Gobierno de Estados Unidos.
Sirva estas sabrosas papas con pollo asado y una ensalada para una cena abundante y sabrosa.
1 cebolla (chica finamente picada)
3 tazas de papas (cortadas en cubos)
1/4 taza de margarina o mantequilla
3/4 taza de consomé de pollo bajo en sodio
1/2 cucharada de curri en polvo
1/2 cucharada jugo de limón real (amarillo)
Lávese las manos con agua y jabón.
Pele la cebolla y córtela en trozos pequeños.
Pele las papas y córtelas en cubos de 1 pulgada.
Ponga a cocer las papas en una cazuela mediana hasta que estén ablandas. Escurra el agua caliente.
Añada suficiente agua fría como para cubrir las papas.
Derrita la mantequilla a fuego medio en una sartén.
Sofría la cebolla en la mantequilla hasta que cobre un color amarillo.
Escurra el agua de las papas y agréguelas a la sartén. Revuelva y cocine hasta que absorban la mantequilla.
Añada el consomé, el curri en polvo y el jugo de limón real (amarillo).
Cocine hasta que las papas hayan absorbido el caldo.
Cada cuerpo y estilo de vida es distinto, esto significa que las necesidades al momento de alimentarse podrían ser diferentes de caso a caso. Lo ideal es acudir a un nutriólogo o especialista para recibir ayuda especializada.
Sin embargo, existen una serie de consejos generales que pueden ayudar a mejorar la forma alimenticia y dar un primer paso para una vida más saludable.
Para lograr una alimentación sana y balanceada, los especialistas del sector salud recomienda aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, así como incluir en la dieta, de forma moderada, todos los grupos de alimentos derivados de la leche, así como carnes, huevo, pescado y leguminosas, así como también grasas y aceite.
En contraste, se recomienda la reducción en el consumo de grasas saturadas, así como de azúcares y bebidas azucaradas y en su lugar optar por aceite de oliva, cártamo, soya o sustitutos de azúcar.
Sobre los horarios de alimentación, se recomienda comer tres veces al día y considerar dos colaciones, así como ingerir al menos dos litros de agua al día.
Es importante mencionar que si bien la nutrición saludable se refiere a la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo, también debe estar acompañada de ejercicio físico regular, para tener una buena salud.