Jugó con Maradona y Riquelme, pero una grave lesión casi le cuesta la vida y lo alejó para siempre del deporte.
En el mundo del fútbol, las lesiones suelen ser parte del camino de cualquier profesional. Sin embargo, hay problemas mucho más complejos que pueden poner en riesgo no solo una carrera, sino también la vida. Ese fue el caso de Hernán Florentín, exjugador paraguayo que tuvo un paso por Boca, donde llegó a compartir vestuario con figuras como Diego Maradona y Juan Román Riquelme.
A pesar de su gran potencial que le permitió jugar en Europa, los problemas cardíacos interrumpieron su carrera y lo llevaron al retiro, reinventándose lejos del verde césped. Sin embargo, con esfuerzo y trabajo, logró asentarse a su nueva rutina y en la actualidad es empleado administrativo.
Hernán Florentín y su paso por el fútbol
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Florentín tuvo que estar durante tres años haciendo rehabilitación.
Florentín comenzó su carrera en Boca, donde debutó bajo la conducción de Héctor «Bambino» Veira. Sin embargo, una grave lesión en el tobillo lo alejó del campo de juego durante casi un año.
Una vez recuperado, encontró continuidad en Ferro, lo que le permitió volver a posicionarse como uno de los mejores jugadores del ámbito local. Su buen rendimiento lo llevó a probar suerte en el fútbol europeo, más precisamente a Alemania e Italia. Pese a ese intento, regresó a Sudamérica para jugar en Cerro Porteño y luego en All Boys.
Todo cambió drásticamente el 28 de octubre del 2000, cuando, durante un encuentro ante Central Córdoba de Rosario, recibió un duro golpe en la cabeza. A raíz de ese impacto, sufrió tres paros cardíacos y un derrame cerebral, quedando en coma por más de dos semanas.
La rápida atención médica fue clave para salvarle la vida, aunque debió someterse a una cirugía de urgencia y atravesar un proceso de rehabilitación que duró tres años. Las consecuencias del accidente fueron irreversibles: perdió movilidad en parte de su cuerpo y no pudo volver a jugar de forma profesional.
Su vida después del retiro
Luego de verse obligado a abandonar su carrera, el paraguayo volvió a su país natal y se instaló en Ypané, una ciudad ubicada a unos 30 kilómetros de Asunción. Allí ingresó como personal administrativo en la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), el organismo estatal encargado de gestionar el suministro eléctrico en Paraguay.
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