Por David Ferrara
Ya se dijo por acá que la Media Inglesa del Profesor sigue su camino para engrosar la cosecha de puntos, más allá de que el deseo de punta deslumbre a los más ambiciosos de los canallas.
Hay que sostener y evitar las grandes luces, permanecer entre los aspirantes y esquivar a como dé lugar la palabra candidato que trae aparejado el 1. Si Independiente es una maquinita, que se lo quede tranquilo.
Pero el tema de la semana no fue el empate en Vicente López en sí, ni las carencias ofensivas que aparecieron ni las virtudes defensivas que suelen estar cuando juegan los que tienen que jugar.
El tema de la semana es el mal de ausencias, el de los ¿lesionados? Y el de los borrados, limpiados, guardados, preservados o tal vez expuestos. Pero claro, hay casos y casos.
Y el más importante es el de Campaz y una nueva travesura, en este caso con culpa endilgada a sus representantes y rápido perdón para el Bicho, que no pudo estar ante Platense, pero entrenó unas horas después.
Más allá de lo llamativo del “castigo” y del momento poco indicado que tomaron ambas partes para generar y desarrollar un conflicto, está claro que lo de Campaz en modo salida es cuestión de tiempo, porque ya remontó un momento adverso en su anterior affaire antes de la Copa y ahora deberá volverse a ganar el cariño de la gente. El público si jugás bien te perdona y ese es su camino. Suena hipócrita, pero qué más panqueque que un hincha de fútbol en relación con los jugadores.
El Bicho volverá y si mete gambeta, asistencia, desborde o gol, sus travesuras quedarán en el recuerdo; pero asume el riesgo de ser el chivo expiatorio si las cosas no salen tan bien.