No hay mucho en juego, aunque siempre hay cosas en juego. Newell’s visita a Banfield desde las 20 con el objetivo de sumar en los dos partidos que restan y acercarse a la zona de clasificación de Copas antes del receso.
Mauricio Larriera no se juega su continuidad, pero los resultados de estas dos últimas fechas le darán más tranquilidad en un banco caliente, lleno de cuestionamientos externos, tanto de los hinchas como de la dirigencia.
“En estos partidos soy resultadista”, aseveró el DT uruguayo tras ganarle a Defensa. Por eso no sobra fútbol, ya que el entrenador apunta a rearmar el equipo en el receso y reencontrar ese funcionamiento inicial del ciclo.
El esquema 4-1-3-2 utilizado en el inicio de Liga quedó atrás frente a Defensa 4-3-3, con el regreso de Brian Aguirre. Con Banfield mantendría ese dibujo, aunque podría ingresar Guillermo May, de buenos rendimientos ante Riestra y el Halcón.
Y en defensa estará Tomás Jacob para reemplazar a Gustavo Velázquez, citado a la selección paraguaya. Una dupla joven con Glavinovich, donde no pierde altura pero sí juego aéreo.
Ganar es la premisa inicial. Jugar bien, sólo si se puede. Para Larriera por ahora manda el resultado. Con eso basta.