El reciente anuncio del Gobierno sobre la no intervención del Banco Central en el mercado cambiario ha generado un impacto significativo en la cotización del dólar, acelerando su desplome. Esta decisión, enmarcada en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), establece que el Banco Central (BCRA) solo intervendrá si el dólar alcanza el piso de la banda de flotación, fijado en $1.000.
Este enfoque ha desatado una serie de reacciones en los mercados y en diversos sectores de la economía. El acuerdo firmado del Gobierno con el FMI contempla la implementación de un esquema de bandas de flotación para el tipo de cambio, con un rango que oscila entre $1.000 y $1.400.
Dentro de este marco, el BCRA tiene la potestad de intervenir en situaciones excepcionales, pero el Gobierno ha decidido no hacerlo mientras la cotización se mantenga dentro de la banda. Según el presidente Javier Milei, esta estrategia busca demostrar la confianza del mercado en el nuevo esquema cambiario.
El acuerdo también establece que el Banco Central debe comprar cerca de USD 5.000 millones hasta junio, pero estas compras solo se realizarán si el dólar toca el piso de la banda. Esta postura ha generado expectativas de una mayor oferta de dólares en el mercado, lo que ha contribuido al desplome de la cotización.
Desde el anuncio, el dólar ha mostrado una tendencia a la baja. El tipo de cambio minorista perforó los $1.200, mientras que el mayorista cerró en $1.135, marcando una caída significativa respecto al nivel previo al anuncio. Esta situación ha llevado a los agroexportadores a acelerar la liquidación de divisas, aprovechando la menor carga impositiva y la baja del tipo de cambio.
Por otro lado, la estrategia del Gobierno incluye una suba de tasas por parte de los bancos, que ahora ofrecen un rendimiento del 38% en pesos. Este enfoque busca incentivar la colocación en pesos y complementar la política de no intervención en el mercado cambiario.
Opiniones divididas
La decisión de no intervenir ha generado opiniones divididas. Mientras algunos sectores valoran la confianza del Gobierno en el mercado y la estabilidad que podría generar, otros cuestionan los riesgos asociados a un desplome del dólar.
La baja de retenciones, que vence en junio, también ha sido objeto de debate, ya que podría influir en la dinámica del mercado cambiario. Además, la postura del Gobierno ha llevado a los supermercados a frenar las remarcaciones de precios, lo que podría tener un impacto positivo en el consumo masivo. Sin embargo, la devaluación del tipo de cambio oficial ha sido menor a la esperada, lo que plantea interrogantes sobre su efecto en la economía.
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