El titular de la fuerza en la provincia patagónica, Luciano Ortiz, despidió a la apoderada y en su lugar puso al yerno y defensor de un represor de la última dictadura. Fue jefe de Policía y resultó condenado por crímenes de lesa humanidad. Pero hay más problemas: uno es el balance
Luciano Ortiz, presidente de La Libertad Avanza en La Pampa, sigue acelerando: designó como presidente de la Junta Electoral del partido a Omar Cayre, dirigente que ha pasado por el Fregen, el PRO y el Frente Nos, y yerno y defensor del represor Luis Baraldini.
Cayre, de esta manera, controlará la junta, en medio de la interna intestina y desembozada entre los tres sectores de los “leones” pampeanos: el de los hermanos Luciano y Moisés Ortiz; el de Juan Pablo Patterer y Nicolás Boschi; y el del grupo llamado Tercera Posición, que integran la abogada María Victoria Rambur y otros dirigentes del interior provincial.
La designación de Cayre confirma los vínculos y simpatías de los libertarios –o al menos un sector– con la última dictadura cívico-militar y los represores. En el caso de Baraldini, fue condenado por delitos de lesa humanidad por crímenes cometidos en los 70 en La Pampa cuando fue jefe de la Policía. Cayre, su yerno, ejerció la defensa frente a los jueces de los históricos juicios de la Subzona 14 de la represión.
Durante la época de los hechos, Baraldini se desempeñó, entre el 28 de octubre de 1975 y el 24 de marzo de 1976, en el Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 101 como oficial de Inteligencia del Estado Mayor General de esa unidad, y luego como jefe de la Policía de la provincia de La Pampa, hasta noviembre de 1979. Comandó el temible Grupo de Tareas de la Subzona 14.
En portal local, Diario Textual, publicó que Ortiz había desplazado a una de las apoderadas que había designado en febrero pasado: Rambur, del sector Tercera Posición. El mismo día que la desplazó, puso a Cayre, un defensor de represores.
Ahora empezaron a filtrarse entretelones de esa movida: es que Rambur pretendía presentar la documentación del balance, que ya se encuentra listo desde el 16 de abril, pero Ortiz la desautorizó y la despidió.
El cajoneo del balance, analizan libertarios en estricto off de récord, tiene un objetivo: Ortiz estaría amenazando o avisando que no lo va a presentar si es que no lo dejan competir como candidato a diputado nacional. “Si no presenta el balance ante la Justicia Electoral del Juzgado Federal, se cae el partido y no va a poder participar de las elecciones”, dijeron.
La situación puso en alerta a Karina Milei, la llamada “El Jefe”, presidenta de LLA a nivel nacional. Hay quienes sostienen que estaría sopesando intervenir el partido. Siempre según las versiones en las usinas libertarias, no querría que haya internas por las legislativas y pretendería poner directamente, desde Buenos Aires, a los candidatos.