En Hideaway Hills, Dakota del Sur, la habitual tranquilidad se modificó a raíz del surgimiento de enormes agujeros peligrosos. Los vecinos enfrentan el temor constante de que sus hogares colapsen debido a estos sumideros, que se formaron en un terreno previamente minado.
La situación llevó a más de 150 familias a presentar una demanda de US$45 millones contra el estado, en búsqueda de una compensación por la pérdida de valor de sus propiedades.
Este vecindario, construido entre 2002 y 2004, se erigió en un área donde anteriormente se había extraído mineral de yeso. A pesar de que el estado vendió la superficie, mantuvo el subsuelo sin revelar que la tierra había perdido su capacidad de soportar estructuras. Con el tiempo, comenzaron a aparecer pequeños hundimientos que culminaron en un socavón significativo en 2020, lo que llevó a los residentes a investigar la historia geológica de la zona.
En AP News, la abogada Kathy Barrow documentó múltiples zonas hundidas que afectaron gravemente las viviendas y las infraestructuras locales. Muchos residentes viven con la angustia de que sus casas puedan colapsar, lo que creó un constante ambiente de pánico. Las preocupaciones sobre la seguridad de los niños y la integridad de sus hogares transformaron un vecindario tranquilo en una pesadilla.
La respuesta del estado
A pesar de las quejas y demandas, que fueron muchas, el estado intentó sacarse de encima la responsabilidad. A través de documentos judiciales, señalaron que los verdaderos culpables son los desarrolladores y constructores que ignoraron la existencia de la mina. Sin embargo, los vecinos argumentaron que el estado debería haber proporcionado información crucial sobre el terreno, previo a la construcción.
Para las familias afectadas, la demanda representa la última esperanza para recuperar sus inversiones y asegurar un futuro estable. Por ejemplo, los Junker, que habían planeado la jubilación en su hogar, ahora enfrentan una incertidumbre financiera que les obliga a trabajar más para prepararse ante una posible evacuación. Su historia refleja la angustia de muchos en la comunidad, quienes ven sus sueños desvanecidos ante un problema geológico que contó con una muy mala gestión.
La crisis en Hideaway Hills es un recordatorio de la importancia de la transparencia en el desarrollo inmobiliario. A medida que los residentes luchan por su seguridad y estabilidad, el caso se convierte en un símbolo de la necesidad de responsabilidad en la gestión de terrenos potencialmente peligrosos.
LA NACION