El reciente allanamiento de la Justicia federal a una sede del Banco Galicia es parte de una pesquisa por lavado de dinero del narcotráfico que tiene como principal investigado a un hombre ya condenado por tráfico de drogas. Se trata de Carlos Edgardo Colombini, sentenciado en 2021 como parte de la banda del excomisario Alejandro Druetta y el dealer Ignacio «Ojitos» Actis Caporale.
Por los delitos económicos también allanaron un estudio jurídico de su pareja y ambos, además de dos hermanos del hombre, resultaron imputados este viernes y quedaron libres.
Quién es «Charly» Colombini
«Charly» Colombini tenía 31 años cuando, en marzo de 2017, cayó preso como integrante de la banda narco liderada por Actis Caporale. En 2021, fueron condenados junto a otros miembros, entre ellos los policías Juan Delmastro y Alejandro Druetta, este último ex jefe de la división antidrogas de la policía provincial. Colombini, por su parte, fue sentenciado a 6 años de prisión y recuperó la libertad condicional en diciembre de 2023.
Todavía preso, según sospecha ahora la Justicia federal, Colombini comenzó a dirigir maniobras ilícitas destinadas a blanquear el dinero proveniente de aquellas actividades relacionadas al narcotráfico. Así se desprende de la investigación surgida de un informe policial que lo ubicó a cargo de un caserón en un campo de Alvear donde existiría una cocina de cocaína.
Ahora son los fiscales Matías Scilabra, de la Procuraduría de Narcocriminalidad, y Juan Argibay Molina, de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, quienes investigan a Colombini y a Damaris Xiomara Leguizamón, quien es su pareja y además su abogada. En ese marco es que el pasado miércoles, entre otros domicilios, la Gendarmería allanó un estudio jurídico de la mujer ubicado en Montevideo al 2000 y la sede del Banco Galicia de Sarmiento y Santa Fe donde hay una caja de seguridad a nombre de ella.
Este viernes Clombini y Leguizamón, también dos hermanos del hombre, fueron imputados como coautores de lavado de activos de origen ilícito. El juez de Garantías Marcelo Bailaque determinó que continuarán el proceso en libertad y decidió la inhibición sobre todos los bienes de los imputados, a excepción de las cuentas bancarias del trabajo
Una investigación por narcotráfico
El origen de esta nueva investigación a Colombini surge en octubre de 2023 mediante un informe de la División Antidrogas de la Policía Federal Argentina. En el mismo daban cuenta de una finca de la zona rural de Alvear donde funcionaría una cocina de cocaína. Los análisis de los especialistas lo consideraban un lugar estratégico dado que la vivienda era una de las dos construcciones levantadas en un terreno aislado, a unos 500 metros del camino central, por lo cual resultaba fácil detectar si habían alguien siguiéndolos en una eventual investigación.
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El mismo informe daba cuenta de que Colombini «tendría arreglos con integrantes de la Policía de Santa Fe». Así es que detectaron que también contaba con la colaboración de otros civiles y que se movían en al menos tres camionetas. Dos de esos vehículos están a nombre de la empresa C&L Constructora, en la que Colombini aparecía como socio de su pareja Damaris Leguizamón.
Los antecedentes de Colombini con el narcotráfico no se limitan a su condena como parte de la banda de Actis Caporale y los policías Druetta y Delmastro. También había sido investigado como parte del esquema de transporte y distribución que coordinaba Jorge Adalid Graier Ruiz, actualmente condenado y preso en la cárcel federal de Ezeiza.
En ese marco Colombini tenía una de sus líneas intervenida por investigadores, que detectaron conversaciones con alusiones al comercio de drogas. Hablaban de cargamentos de «lo blanco, lo rosa y lo verde», en referencia a distintos tipos de sustancias.
Lavado de dinero y patrimonio en ascenso
En cuanto a las sospechas por lavado de dinero, la Fiscalía detectó movimientos incluso cuando Colombini todavía permanecía privado de la libertad. En ese momento, año 2020, adquirió el 49 % de la sociedad de C&L constructora.
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La firma, que en 2019 no había declarado venta, incrementó los números el año siguiente. De 181.500 pesos en 2020 pasó a 13 millones en 2021, 38 millones en 2022, 187 millones en 2023 y 297 millones en 2024. «Se evidenció una disposición de gran caudal de dinero por parte de Colombini y Leguizamón que podría relacionarse con ingresos provenientes de la actividad ilícita por la que fue condenado o bien a la continuidad en esas maniobras», consideraron los fiscales.
También detectaron la adquisición de embarcaciones, una de ellas valuada en 180 mil dólares, y otros vehículos. Por otro lado, determinaron que explotaba económicamente un lavadero de Pellegrini al 5800 y que Leguizamón tenía dos empresas paralelas a la firma L&C. Con todos esos elementos fue que, una vez que detectaron que la mujer tenía a su nombre una caja de seguridad del Banco Galicia, solicitaron un allanamiento a esa entidad en busca de elementos de interés para la causa.